Un gallo en la República Dominicana duerme en la cama como los humanos. Solo basta que el dueño le ordene acostarse y el gallo obedece cómodamente. Para despertarlo solo basta la orden de su dueño que lo trata con cariño y atención.
“Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía”. -John Fitzgerald Kennedy.

