En 1910 un grupo de mineros trabajando descubrieron lo que se llamaría la Cueva de las Espadas. Se encontraban en Naica, Chichuahua en México cuando en la profundidad de 120 metros se toparon con un lugar lleno de cristales de los cuales los más pequeños miden un metro. Las temperaturas de la tierra en ese lugar permite el crecimiento de estos cristales fenomenales. En años posteriores y recientes se han descubierto otras cuevas como: La Cueva de Cristal o la Cueva de los Cristales Gigantes (a 300 metros bajo tierra) y el Palacio de Hielo. Naica es un lugar donde se encuentran depósitos de plata, zinc y plomo, fueron precisamente los mineros quienes han dado con el descubrimiento. Se han hecho diversas expediciones como el llamado Proyecto Naica para tratar de estudiar los elementos encontrados en los cristales. Se ha identificado los cristales como selenita. En dicho lugar se encuentran los cristales más grandes encontrados en la tierra de los cuales el más grande mide 36 pies de largo, 13 pies de ancho y pesa 55 toneladas. Los exploradores para poder estudiar las cuevas tuvieron que hacerlo bajo condiciones extremas por las altas temperaturas de la tierra y la poca resistencia del cuerpo humano frente a estas. Pasará años antes que nuevas expediciones puedan ser enviadas a ese lugar nuevamente. Simplemente son maravillas de la naturaleza.
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